Intervenciones urbanas en las que una pareja de ancianos se encomienda a misiones imposibles. Nada como un nuevo objetivo común para superar sus propias limitaciones. Un reto siempre es un reto, independientemente de los años que tengamos. Más aún si el reto supone ayudar a un alma cándida o salvar el planeta. Ternura, autosuperación y humor son los atributos de estos dos personajes, que nos guían con acciones espontáneas en la lucha contra el abandono y el maltrato de los animales domésticos, contra el despilfarro de agua, apostando por el reciclaje, reinterpretando las redes sociales, preocupándonos por utilizar más y mejor las energías alternativas, cuidar la alimentación o competir de otra manera.